sábado, 29 de noviembre de 2014

¿La Comisión de la Verdad o la Comisión de la Venganza?



Muchos creían que URO se saldría con la suya y lograría evadir su responsabilidad por la crisis social, política y económica que fue provocada por su gobierno durante el 2006. Ese era el acuerdo: la inmunidad.




 En el 2013 el Congreso del Estado decretó la instalación de una Comisión de la Verdad, organismo cuyo propósito sería el de investigar los hechos que motivaron las violaciones a los derechos humanos del Pueblo de Oaxaca en los años 2006 y 2007; sin embargo, este decreto solo había quedado en buenas intenciones hasta que el pasado martes, el Gobernador Gabino Cué designó a las 3 personas que integran esta comisión, dando indicios de que ahora sí, pretenden fincar responsabilidades por los asesinatos, desapariciones y detenciones políticas que formaron parte del conflicto político y social que más ha lastimado a la sociedad oaxaqueña.

 Podría parecer una simple estrategia de Cué para 'curarse en salud' frente a la coyuntura nacional de protesta por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pero sin duda, también es la oportunidad de que cumpla uno de los compromisos hechos durante su campaña en el 2010 con los integrantes del magisterio y los sectores sociales.

 Esta comisión está encabezada por el sacerdote Alejandro Solalinde, uno de los mayores detractores de Ulises Ruiz, quien en todos los escenarios posibles ha denunciado hostigamiento, persecución y hasta intentos de asesinato por parte de exgobernador y quien se ha comprometido a reunir las pruebas necesarias para que “ahora sí” Ulises pague por los crímenes que ha cometido.


 No será necesario ahondar mucho para encontrar los documentos que señalan directamente a Ruiz Ortiz de ser autor intelectual del homicidio de líderes sociales, entre ellos Heriberto Pazos, así como de Bety Cariño y el periodista finlandes Jiry Jackola.

  El daño que causo Ulises Ruiz al tejido social y a la economía de los oaxaqueños, fue la cortina de humo perfecta para esconder los actos de corrupción, saqueos y enriquecimiento ilícito del tirano y sus allegados. Es decir que mientras la sociedad se confrontaba, don URO aprovechaba para llenarse los bolsillos.

  El cinismo del oriundo de Chalcatongo incluso fue retratado recientemente en  la película La Dictadura Perfecta, en donde se recuerda a la población porque en 2008 fue considerado en la lista de los personajes más odiados de México.

  Hoy es el momento de que Cué haga historia y recupere la simpatía de la población ofreciendo justicia y poniendo tras las rejas a quienes se lo han ganado. URO se olvido que el poder no es eterno y tarde o temprano, los carniceros se pueden convertir en reses. Será que el llamado gobernador de la alternancia cumplirá la promesa de llamarlo a rendir cuentas, le pese a quien le pese?


  Su suerte esta echada, podrá mantenerse inmune hasta el final, o tendrán Eviel y Héctor Pablo que buscarse otro padrino?

  Está por verse...

  Ojalá y los críticos que se dicen periodistas y levantan la bandera de buscadores de la verdad se atrevan a cuestionar la evidente corrupción del senador de chiripa Eviel Pérez Magaña, pero es claro que seguirán haciendo mutis porque están a merced de la conveniencia y gusto de quien les llena la despensa.

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