El Plumín de Oaxaca
Esteban Rubio
Hace unos días causó revuelo la reunión de los dos priistas que han adelantado los tiempos sucesorios en el estado. A petición de Héctor Pablo, Alejandro Murat se sentó a hacer acuerdos que hicieran más terso el proceso de elección del candidato a la gubernatura.
Sin embargo, más rápido de lo que nos imaginamos la traición y el golpe bajo volvió a surgir, pues HP mandó a publicar en medios nacionales una foto del hijo de Heliodoro Díaz Escárraga, coordinador regional de la zona sur del Infonavit, quien supuestamente regalo un porsche de más de un millón de pesos a su hijo Heliodoro Carlos Antonio Díaz Aguirre, este último subdirector jurídico corporativo de Liconsa.
Esta jugarreta que pretende le pegue al director general y favorito para quedarse con la candidatura al gobierno de Oaxaca, es el tipo de estrategias absurdas del grupo que encabeza políticamente Ulises Ruiz Ortiz, sí el mismo que ha buscado insistentemente a José Murat para "acordar" sus candidatos a las diputados federales.
A nadie le queda duda que Héctor Pablo es del tipo de los que buscan alianzas y se sientan cuando lo necesitan y da la puñalada en cuanto te das la vuelta. No debería olvidar el lechero industrial que el que a hierro mata, a hierro muere y seguro que tiene varios secretitos por ahí que podrían ser exhibidos.
Otra prueba de que a HP le importa poco lo que suceda con Liconsa es que el hijo de Díaz Escárraga forma parte de su plantilla laboral, en donde le ha dado espacio a sus aliados, hijos de amigos y al grupo de jóvenes que habitualmente lo rodean, sin tomar en cuenta si tienen preparación o el perfil para cubrir los puestos y por supuesto con sueldos que rebasan los 100 mil pesos mensuales.
Pero a nadie le sorprende este tipo de lujos por parte de los junior’s políticos, el mismo Héctor Pablo debería explicar cómo es posible que su hijo sea propietario de un carro BMW y un Mercedes Benz serie C, que tienen un valor de más de tres millones de pesos. Algo poco lógico si se trata de un joven estudiante.
Como ya dije, la corrupción, abusos y enriquecimiento misterioso de quienes forman parte de la burbuja ulisista es casi pan de todos los días. Basta recordar el robo descarado cometido en agravio de comuneros de Copalita en donde, utilizando a Agustín Pumarejo se adueñaron de 257 hectáreas de tierras comunales para la construcción de un complejo turístico al que llamarían El Secreto.
A través de la manipulación a autoridades comunales, y con la falsificación de documentos, desincorporaron estas tierras del régimen comunal para hacerlas propiedad privada.
A través del acta número 317 del volumen 64 pretendieron validar el saqueo mucho antes de que existiera un decreto que determinaba ese predio como zona protegida, sin embargo, dicho documento es totalmente apócrifo, pues fue expedida por el notario número 23, Jaime Grijalva Mejía, en el mes de diciembre de 1995, fecha en la que Grijalva ya había fallecido.
Ante esta serie de irregularidades, los comuneros realizaron una asamblea, donde desconocieron dicho documento y acordaron no permitir la privatización de las tierras y evidenciar esta y otras arbitrariedades del prestanombres de URO, quien durante muchos años se hizo pasar por un preocupado ecologista, mientras se llenaba los bolsillos con el Festival Música por la Tierra.
En breve, iniciarán las denuncias con los documentos que han sido recuperados por los comuneros y que cuentan con el sustento legal necesario para exhibir los abusos de Pumarejo en esta zona de la capital, los cuales han contado no sólo con el respaldo, sino con el financiamiento de URO y sus incondicionales.
No cabe duda que es irónico que mientras los esbirros del exgobernador y el senador de chiripa se preocupan por criticar y enjuiciar los supuestos lujos del Díaz Aguirre, quien es servidor público en Liconsa, se está cocinando una verdadera noticia que va a poner a sus patrones en el lugar que se merecen y ahí sí, quien sabe quién podrá ayudarlos.
