De los amenuenses mercenarios.

El Plumín de Oaxaca.

Por Esteban Rubio

 

Aunque el reloj político de la elección del candidato de PRI a la gobernación de Oaxaca esta siendo adelantado por los interesados con el afán de eliminar a posibles adversarios. Hay un relojero en particular que pretende mover las manecillas para imponer el senador de chiripa Eviel Pérez Magaña, pasando otra vez por encima de HP, a quien el tirano le sigue dando alas como en el pasado reciente

 

No será tema de esta columna. Sin embargo, les adelanto algunos datos que revelan la forma de apropiarse de los bienes del estado del hoy delegado del tricolor en tierras de Beto Borge. En breve escribiremos de la Protocolización del contrato privado de compraventa rotulado en el volumen 64 acta 5317 de fecha 31 de diciembre de 1995 que fue firmado en presencia del extinto Notario Público número 23, Jaime Grijalva Mejía.

 

Hablamos del despojo de 272 hectáreas a ejidatarios de Huatulco a manos de cercanos al tirano de Chalcatongo. Es otra historia.

 

Siempre hemos dicho que en la política hay cínicos que escupen al cielo y se rasgan las vestiduras, tratando de hacerse los honestos, es el caso de los amanuenses del tirano de Chalcatongo, que sabiendo todo lo que han hecho sus patrones, no lo mencionan para nada y otra vez andan buscando la paja en el ojo ajeno sin acordarse de los “pendientitos”, pero que afortunadamente nos tienen a nosotros para recordárselos

 

Deberían los amanuenses del tirano y el senador de chiripa dar cuenta a los lectores del enriquecimiento ilícito de prominente integrantes de la burbuja. Porque del empobrecimiento explicable todos sabemos el origen. Miguel Ángel Ortega Habib quien fuera ex tesorero estatal se apropió de millones de pesos del erario en ese sexenio del horror.

 

Sabemos que ese sexenio anterior trajo buena suerte para los allegados al Poder, pues durante ese periodo se hicieron buenos negocios como un hospital de primer mundo, florecieron las constructoras inmobiliarias, y los menos se compraron unos departamentitos humildes en el paraje El Arrocito de Santa Cruz Huatulco.

 

Déjenme citar un caso, hablando de doctores me viene a la mente la lujosa residencia en San Felipe que adquirió la ex directora del DIF, Karina Musalem, quien casualmente fue novia hace algunos años del hermano de un ex gobernador, cosas veredes Mio Cid.

 

Otro responsable del empobrecimiento explicable de los oaxaqueños, es el hoy senador de chiripa y en su momento secretario de obras Públicas,–que por esas fechas se decía ingeniero- fue el responsable de firmar los documentos para que las empresas Nexicho Asociados, Davizao Construcciones, Grupo Empresarial Oaxes, Grupo Basoo Asociados, Peom Construcciones y Consorcio Restaurador del Patrimonio Cultural, se llenarán los bolsillos con obras falsas.

 

Cada una de sus seis empresas, las cuales misteriosamente desparecieron en el año 2010; se distribuyeron los 177 millones de pesos de la siguiente manera: Nexicho Asociados recibió 32 millones 428 mil 295 pesos; Davizao Construcciones, 33 millones 844 mil 256 pesos; Grupo Empresarial Oaxes, 70 millones 733 mil 550 pesos; Grupo Basoo Asociados, 10 millones 209 mil 350 pesos; Peom Construcciones, 9 millones 488 mil 55 pesos y Consorcio Restaurador del Patrimonio Cultural, 21 millones 86 mil pesos.

 

Estos temas no son abordados por los sicarios del periodismo. No deben morder la mano que les de comer.

 

Faltan dos años para que culmine el sexenio de Cué, las cuentas de un político chueco siguen pendientes y el perreo por la candidatura cada vez se pone mejor.  Eviel y su patrón tienen a sus perros ladrando sin piedad, sólo falta ver cómo van a responder sus adversarios a los ataques que han tenido desde todos los ángulos.

 

Sólo por fastidiar

 

¿Se acordará URO de aquellas reuniones con Jorge Castillo para ultimar detalles de la elección donde entregó a su “amigo” Eviel Pérez Magaña?

 

Hoy el llamado Coco Castillo es el villano favorito del tirano, el senador de chiripa y el lechero del país. Doble discurso, porque de moral ni hablar.

 

Dicen en sus filtraciones a medios de comunicación que el Coco es el malo de la película. Pero, oh sorpresa, se sientan con él.

 

 

¿o no Eviel?