domingo, 18 de enero de 2015

UN RECORDATORIO DEL CINISMO DE ULISES RUIZ.




Oaxaca ha sido durante muchos años, la mina de oro de quienes llegan al poder. Sin importar filiación política se han aprovechado las posiciones políticas para hacer negocios millonarios, afectando no sólo la estructura de la ciudad, sino su paz social.

Basta recordar el negociazo que planeaban URO y su incondicional Bulmaro Rito en el 2006 para colocar parquímetros en las calles del centro de la ciudad, violando flagrantemente el Reglamento General de Aplicación del Plan Parcial de Conservación del Centro Histórico, pero principalmente los derechos de los ciudadanos.

Con esta arbitraria decisión, pues el tirano de Chalcatongo, Ulises Ruiz Ortiz y su esbirro no se tomaron la molestia de consultar a la ciudadanía, destruyeron banquetas de las principales calles del centro histórico, generando quejas ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien hizo un llamado a las autoridades advirtiendo el riesgo de perder la categoría de patrimonio cultural de la ciudad de Oaxaca, llamado que fue ignorado, pues basta recordar que URO siempre hizo lo que se le dio la gana.

El conflicto político y social generado por el carnicero de Chalcatongo en el 2006, fue determinante para evitar que se concretara ese acto de abuso de poder orquestado con su característico cinismo, pues no sólo fueron destruidos los aparatos, sino los opositores pusieron en evidencia el tamaño del negocio y sus beneficiarios.



No es necesario recordar que Bulmaro Rito esta preso por enriquecimiento ilícito y Ulises sigue libre.

Como lo hemos dicho en ocasiones anteriores, no es el único caso de abuso de poder en el haber de URO, pues hasta la fecha sigue sin investigarse la invasión de más de 200 hectáreas del paraje el secreto en la zona de Copalita, donde hay falsificación de documentos, violaciones a decretos federales y mucho dinero de por medio.

Nada de esto es sorpresa, a nadie se le olvida que Ulises Ruiz llego a la gubernatura luego de una amañada contienda electoral en el año 2004.



Desde el inicio, su gestión estuvo marcado por abusos, como la detención de Agustín Sosa, dirigente del Frente Único Huautleco y fue acusado del asesinato del profesor Serafín García, durante un acto de su campaña.



Ahora URO quiere regresar a los días en que disponía de los recursos, los derechos e incluso la libertad de los oaxaqueños, a través de Eviel y sus incondicionales. El es de los gobernantes más odiados del país, pero sigue metiendo las manos para seguir dañando al pueblo de Oaxaca.

 

 

Solo por curiosidad?

¿Cómo le habrá ido a Eviel en el baño de pueblo que se fue a dar a Tlacolula? ¿Estará cambiando tacos por votos?

 


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